Día Internacional de la Paz
En un mundo bajo estado de ilusión que parece estar lleno de conflictos, división y miedo, recordemos nuestro poder de creación para dar forma a la realidad y promover la paz en la Tierra.
Como practicantes del Nuevo Pensamiento, sabemos que nuestros pensamientos, creencias y acciones influyen en la experiencia colectiva. Cuando alimentamos y cultivamos la paz interior, nos convertimos en canales para la paz en la Tierra.
A medida que cultivamos la paz interior, la vibración se extiende a los demás, dada nuestra interconexión con todas las formas de vida. Elijamos irradiar paz, amor y compasión por nosotros mismos y por nuestro mundo.
En nuestro mundo, a menudo coexisten fuerzas opuestas como la violencia y la paz. Sin embargo, sabemos que, más allá de todas las apariencias, solo existe el amor de Dios.
Para lograr la paz mundial es necesario liberarse del miedo, la ira y el odio, que constituyen barreras para la paz. Mediante la oración, la meditación y la compasión transformamos estas energías. Al imaginar colectivamente un mundo pacífico, aprovechamos el poder transformador de nuestros pensamientos y acciones.
El poder de crear un mundo pacífico reside en cada uno de nosotros.
Al fomentar la paz en nuestros corazones y mentes, contribuimos a la transformación de nuestro mundo. Juntos, estamos dando forma a una realidad pacífica y amorosa para todos.
Práctica propuesta
Realizar la siguiente afirmación :
Soy un vehículo de paz. Al fomentar la calma y el amor dentro de mí, inspiro y contribuyo a un mundo lleno de armonía y paz para todos.